Tinta en las Cintas

The Fall - Perverted By Language

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Si la razón de ser de este blog es hablar de música que podemos respaldar de por vida, tenemos que hablar de esta banda inglesa liderada por Mark E. Smith: The Fall. Pero como cualquiera en esta posición me encuentro en la difícil tarea de empezar.

¿Y cómo comienza uno a describir una obra que se extiende por 5 décadas? Más de 30 álbumes de estudio y 60 colaboradores a lo largo de los años, 52 discos en vivo e innumerables sesiones con el respetado John Peel, el productor y DJ de radio que se atrevió a decir que “cualquiera que intente decirte cuales son los mejores 5 álbumes de The Fall, no ha entendido nada.” Y cuanta razón tiene el señor Peel, todos sus discos son esenciales. Pero después de una pandemia con banda sonora de The Fall, meses en compañía de esta discografía que suena siempre tan diferente y siempre tan igual, y aunque no podría estar más de acuerdo con la afirmación me siento en la obligación de destacar aquí Perverted By Language , su sexto álbum de estudio lanzado en 1983.

The Fall inició en 1976 y terminó en 2018 con la muerte de su lider, un poeta maldito que como Dylan hizo de sus palabras su instrumento musical. Pero si Dylan fue el hombre poseído que dio voz a su generación, Smith fue el punk inglés que cargando sus influencias literarias a la espalda y en medio de arrebatos de borracho y el desdén propio de un existencialista, gritó siempre a los cuatro vientos lo que pensaba, nunca pidió permiso o disculpas. Y en eso resume lo que es The Fall.

Este colectivo de punks en este disco contaría con Brix Smith, esposa de Mark, que con su guitarra agregó una sensibilidad pop que terminaría siendo puntapié inicial a un periodo de modesto exito comercial para la banda en los 80’s. La música en Perverted By Language es simple y agresiva, fluye fervientemente con riffs de guitarra pegadizos, atronadoras líneas de bajo, dos baterías tan repetitivas como violentas, y letras que irradian determinación y convicción.

El tema que abre el álbum “Eat Y’self Fitter”, inmediatamente se convirtió en uno de los sellos de la banda, una melodía claustrofóbica que fija el tono del disco, una vez aquí ya no hay escape. Los ritmos monótonos de The Fall son penetrantes y viscerales, me gusta pensar que canciones como “Smile” apelan a la naturaleza animal del hombre, una rabia empoderadora que furiosamente se sobrepone al bajo, las baterías y la guitarra retumban intrépidamente, la razón se aparta para dar paso a la “Anarquía y decadencia” que las letras claman.

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Andrés Cárdenas
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