Tim Buckley fue uno de los grandes vocalistas que se levantó a finales de los años sesenta, y con tan solo 19 años le nació su primer hijo, Jeff Buckley. Quien vio a su padre en persona solo una vez. Pero a pesar de su alejamiento en la vida, en la música Tim y Jeff Buckley tenían una relación muy estrecha.

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Tim Buckley era un aventurero y por extención basicamente esta era la esencia de sus canciones. Inicialmente deslumbrado por belleza del Jazz underground, lanzaría su disco debut en 1966. Pero su música vería un virtuoso desarrollo en el Folk, Rock Psicodélico e incluso en el Jazz progresivo, esto lo convertió en un músico críticamente aclamado pero aun así comercialmente infructuoso.

Pero al parecer el éxito comercial que Buckley (padre) nunca consiguió pasó como por arte de magia a Buckley (hijo). Con su disco Grace se convertiría en uno de los artistas mas importantes de la escena alternativa de los noventa. Con una voz que algunos definen como algo entre Van Morrison y Robert Plant, y por su puesto, su padre; con letras ambiciosas y excelentes arreglos, ademas de la re-definición del clásico “Hallelujah” de Leonard Cohen, Grace es sin duda uno de los mejores discos de la década.

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Los Buckleys, ambos tenían maravillosas voces que a menudo uno puede encontrar en entornos inusuales, que con su rango multi-octava eran asombrosos y además capaces de transmitir de una manera impresionante ternura y angustia. Ambos escribieron canciones que imparten libertad de una u otra manera. Ambos pusieron sus corazones y pasiones en la música que hicieron. A ambos, padre e hijo, tienes que escuchar.